Asesinado Colombiano en Pozuelo de Alarcón
José Ricardo Rojas asesinado de nacionalidad colombiana y 43 años ha sido tiroteado en un calle de Pozuelo de Alarcón.
La víctima fue agredida con un arma de fuego mientras viajaba en el coche acompañado de su pareja de nacionalidad colombiana, y que acababan de dejar a su hijo en el colegio. La mujer ha resultado ilesa y las características del suceso apuntan a un posible ajuste de cuentas. Según han informado fuentes de la investigación, los testigos del suceso han explicado que una moto ocupada por dos hombres se ha acercado al coche de la víctima y el acompañante de la moto ha disparado por lo menos en 10 ocasiones y han terminado huyendo.
Según autoridades Españolas, se trataba de un empresario con doble nacionalidad Colombiana y Española del sector aeronáutico, al parecer registraba antecedentes vinculados con el narcotráfico y habría sido detenido dos veces y podría pertenecer a la banda conocida como los Miami, un grupo ligado al control de la seguridad y del narcotráfico en discotecas de Madrid, que también se dedicaba a lavar dinero.
Fuentes de Emergencias de la Comunidad de Madrid han confirmado que el fallecido ha recibido hasta diez disparos. Los sanitarios del Summa-112 solo han podido confirmar el fallecimiento del hombre y la Policía Nacional se ha hecho cargo de la investigación.
según las primeras pesquisas, un antiguo miembro de la banda de Los Miami y por lo tanto una de las líneas de investigación es que su muerte se deba a un ajuste de cuentas, la banda de Los Miami se dio por desarticulada en julio de 2011 tras una operación conjunta de la Policía Nacional, el FBI y la Fiscalía de Miami, cuando la Policía la definió como un grupo organizado que controlaba la seguridad de locales y se dedicaba principalmente al tráfico de drogas y el blanqueo de los beneficios.
En 2011 fueron detenidas 17 personas en España y 4 en EE.UU. y se intervinieron 25 millones de euros ocultos en dos zulos en un chalé de exclusiva zona madrileña de La Moraleja. Fueron arrestados sus dos máximos dirigentes, los hermanos Álvaro y Artemio López Tardón, a los que se imputaron los delitos de blanqueo de capitales, tráfico de drogas, contra la Hacienda Pública y asociación ilícita. Los bienes que se intervinieron superaban los 75 millones de euros. En los años 90 la banda, que se dedicaba al control de la seguridad y el acceso a discotecas y lugares de ocio para controlar el tráfico de droga en los mismos, reconvirtió su actividad y comenzó a operar como intermediaria entre los cárteles colombianos y los distribuidores españoles, blanqueando con la compraventa de vehículos de lujo y los beneficios del narcotráfico.