miércoles, abril 24, 2024
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Balance de la visita Papal a Colombia

El santo padre dio una rueda de prensa desde el avión que lo llevó de Cartagena a Roma.

A las seis de la mañana hora Colombiana, el avión de Avianca que transportaba al papa Francisco, y a su comitiva llegó a Roma, después de un vuelo de once horas, que salió desde el aeropuerto Rafael Núñez, en Cartagena, a las siete de la noche. A los pocos minutos de despegar de tierras Colombianas el avión, el papa Francisco dio una rueda de prensa en la que hizo un balance sobre su visita al país y en la que también respondió preguntas sobre la corrupción política en Colombia, la crisis en Venezuela y los efectos devastadores del cambio climático, el papa Francisco pidió orar por las víctimas del terremoto en México y las del huracán Irma. Visiblemente cansado después de su apretada agenda en Colombia, Su Santidad dijo también: «Me pusieron un ojo de compota», al referirse al golpe en su rostro, con el papamóvil, que le dejó un raspón en la ceja izquierda y un moretón en el pómulo.

Los medios de comunicación internacionales y Colombianos preguntaron al Papa Francisco sobre el balance de la visita a Colombia, como enfrentar el flagelo sobre la corrupción en la politíca que ha existido y que últimamente se ha hecho más visible, a lo que el Santo Padre respondió: Haces una pregunta que yo me planteé muchas veces, me lo planteé cuando en Argentina hubo un acto de abuso, maltrato y violación de unos chiquillos. Todos somos pecadores. Y el señor ha venido y no se cansa de perdonar si el pecador llega y pide perdón. El problema es que el corrupto no pide perdón. Vive en un estado de insensibilidad ante los valores. No es capaz de pedir perdón. Es muy difícil ayudar a un corrupto, pero yo puedo hacerlo y rezo por él, el señor ha venido y no se cansa de perdonar, si el pecador llega y pide perdón.

A la pregunta sobre sus impresiones tras cinco días en nuestro país y cómo se imaginaba a Colombia en unos años, poniendo en contexto la polarización política y la división entre quienes apoyan el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc, y entre quienes lo desaprueban, el Papa Francisco respondió: «Lo que más me ha impresionado de los colombianos es la multitud que nos saludaba en cada ciudad. Los padres y las madres levantaban a sus hijos para que los bendijese diciendo: esta es mi esperanza y mi futuro, en lo que creo, mi tesoro. Y eso me da esperanza de futuro para Colombia»,  dijo que le gustaría que ahora se hable de dar el segundo paso, «La verdad es que me ha conmovido la alegría, la ternura de la juventud y la nobleza del pueblo colombiano. Un pueblo que no teme a expresar cómo se siente, ni de sentir o de mostrar lo que siente. Esta es la tercera o cuarta vez que visitaba Colombia, no lo recuerdo bien, pero no conocía a la Colombia profunda, la Colombia que se ve en las calles. Y agradezco el testimonio de alegría, de esperanza y de paciencia en el sufrimiento de este pueblo que me ha ayudado tanto.

El Papa Francisco se refirió a la necesidad de sanar los odios que ha dejado la guerra y destacó el cese del fuego por parte del grupo Guerrillero del Ejercito de Liberación Nacional – ELN – «Calculaba los 60 años, pero fueron 54 años de guerrilla y en todo este tiempo se acumula mucho odio, mucho rencor, mucha alma enferma. Y el odio y el rencor son enfermedades del alma y uno no es culpable de la enfermedad del alma, es como el sarampión, que te viene. Estas guerrillas, que en verdad han cometido unos pecados feísimos, han provocado esta enfermedad del odio. Pero hay pasos que dan esperanza, como la negociación, el alto al fuego del ELN y yo agradezco mucho ese paso».

«Hay algo más que he percibido y son las ganas de ir adelante en ese proceso, que va más allá de esas negociaciones que se están haciendo o que se deben hacer (proceso de paz), es una gana de esperanza y ahí está la gana del pueblo. El pueblo quiere respirar y debemos ayudarlo con la cercanía y la oración, y sobre todo, comprendiendo cuánto dolor hay dentro de tanta gente. El Papa Francisco hablo también y se refirió a las abruptas diferencias sociales que existen en Cartagena. «En Cartagena he empezado en una parte sobre la ciudad, luego he ido a otra parte, a la turística:  lujo, lujo, sin medidas morales. Y los que van allí no se dan cuenta»,  habló sobre la crisis de Venezuela e hizo un llamado a la ONU para que intervenga. La Santa Sede ha hablado fuerte y claro. Ha enviado a un grupo de trabajo, a un nuncio apostólico, ha hablado personalmente y públicamente, buscando una salida. Ahora parece que la situación es muy difícil y lo que es más doloroso, es el problema humanitario. Mucha gente que escapa y que sufre. Es un problema humanitario al que debemos responder. Creo que la ONU debe hacerse sentir para ayudar».

El Papa se despidió de la prensa y se fue a descansar. El último mensaje del pontífice a Colombia fue a través de su cuenta en Twitter en la que, pocos minutos después de abordar el avión de Avianca que lo llevaría de regreso a Italia, escribió: “Queridos hermanos colombianos, muchas gracias. He conocido a tantas personas que me han tocado el corazón. Ustedes me han hecho mucho bien”.

Vega

Jorge Eduardo Vega - Comunicador Social - Periodista - con Tarjeta Profesional expedida por el Ministerio de Educación nacional de Colombia. Doctorado en la Universidad de la Florida USA en audiovisuales.

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