España: Arde Barcelona
Los incidentes que se iniciaron en la noche de este martes en el barrio de Sants de Barcelona tras una nueva manifestación en protesta por el desalojo y la demolición del inmueble ocupado de Can Vies concluyeron hacia las 03.00 de la madrugada, con un balance provisional de seis detenidos, han informado los Mossos. Además del barrio de Sants, los altercados se extendieron por otros distritos de la ciudad, como los de Gràcia, Sant Martí y Sant Andreu.
Grupos dispersos de jóvenes actuaron en diferentes puntos tanto del barrio de Sants, donde se encuentra el inmueble desalojado, que llevaba 17 años «okupado», como en el de Gràcia, levantando barricadas con contenedores y causando destrozos en los cristales de las sedes de algunos partidos políticos, sucursales bancarias y otros comercios, según las fuentes.
Los mayores daños los sufrió una grúa que se hallaba en el solar de Can Vies para demoler el edificio y a la que algunos de los manifestantes consiguieron prender fuego hacia las 21:30 horas, tras un primer intento que fue impedido por agentes policiales. En la mayor parte de los casos, los incidentes se trataron de quema de contenedores.
Uno de los edificios afectados por las pintadas y lanzamiento de objetos fue la sede de CDC en la calle Còrsega de Barcelona, en el barrio de Gràcia. Numerosas fuerzas de los antidisturbios de la policía catalana intentaron dispersar a los manifestantes y realizaron cargas en las que, según algunos testigos, se registraron varios heridos.
Un portavoz de los Mossos ha indicado no les consta la existencia de heridos, aunque fuentes próximas a los movimientos de protesta han señalado que al menos dos personas tuvieron que ser asistidas en un centro sanitario por las cargas y golpes de la policía.
El Ayuntamiento de Barcelona ha cifrado en 53.000 euros en una primera valoración los daños causados por los incidentes. En total, se quemaron 53 contenedores, mientras que otros 220 fueron volcados o dañados. Estos desperfectos se suman a los ocasionados el lunes durante los primeros incidentes tras el desalojo, valorados en 25.400 euros por la quema de 25 contenedores.
Desde el martes por la tarde
Los incidentes comenzaron a última hora de la tarde del martes, después de una nueva manifestación por el desalojo de Can Vies con 3000 personas, y que transcurrió de forma totalmente pacífica hasta el final de la misma, cuando algunos jóvenes realizaron el primer intento de quemar la excavadora. Algunos grupos antisistema animaron a la gente a través de las redes sociales a sumarse a la protesta, han publicado en la red fotos de los incidentes y de la actuación policial y han convocado para este miércoles nuevas protestas.
Los Mossos d’Esquadra cargaron contra los manifestantes de forma brutal y sin mediar ninguna provocación, encendiendo los ánimos y provocando -no puede explicarse de otra manera- que poco después los primeros jóvenes más indignados encendieran una enorme hoguera en las inmediaciones del inmueble desalojado, utilizando mobiliario urbano y otros objetos y, finalmente, al segundo intento, lograron incendiar la excavadora. Además, grupos de manifestantes volvieron a levantar barricadas en varias calles, a volcar y quemar contenedores y a apedrear escaparates de algunas sucursales bancarias de la zona.
La parada del Metro de Plaza de Sants permaneció cerrada por precaución y el tráfico rodado fue cortado, mientras que todo el barrio se encontraba acordonado por los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana.
El desalojo de este histórico inmueble, que desde 1925 pertenece a la compañía Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), comenzó a las 13:00 horas del lunes con un fuerte dispositivo policial de unidades antidisturbios.
Durante todo el fin de semana, ya desde el viernes a primera hora, se han reproducido multitud de manifestaciones por todo el territorio español en apoyo de los vecinos e implicados en el proyecto de Can Vies, que tras 17 años se había convertido en un punto de convergencia de cultura social autosostenible. Es por esto último, que numerosos expertos, periodistas, incluso políticos, han resaltado la poca lógica del desalojo y posterior derribo, sin que mediara urgencia alguna, y que se realizó con nocturnidad y alevosía.
Pero también por la mañana del sábado fueron saliendo los detenidos del jueves. Como desde hace varios días, hubo concentración en la Ciudad de la Justicia (en serio, los juzgados de Barcelona se llaman así). Lamentablemente Sergi, un casteller de la colla de Barcelona, quedó en prisión preventiva. Luego se supo de un chico italiano que también ha pasado a preventiva. Desde el lunes ha habido 63 detenciones.
Para la tarde del sábado estaba preparado el plato fuerte. Se trataba de un incremento en la conflictividad. Can Vies quería trasladar al centro el conflicto. El centro de Barcelona es desde hace tiempo una antítesis de Barcelona. Está completamente dedicado al turismo, habiendo calles que ya no pisan los ciudadanos locales. Pero también son barrios de gran inmigración, zona de ocio y con focos de marginalidad extrema. Lujo y miseria a unos metros.
Las movilizaciones salieron de los barrios entre 17:30 y 18h. Sants, Gràcia, Horta, Sant Andreu, Guinardó, Clot… o incluso El Prat del Llobregat y Badía del Vallés hicieron columnas que se reunieron en la plaza universidad, en el centro de Barcelona. Allí el gentío era de más de 10.000 personas, aunque algunas fuentes sitúan la cifra en 20.000.
La manifestación no indicaba su rumbo, de manera que hubo mucha improvisación y la rumorología dentro de la manifestación fue una constante. Primeramente los mossos intentaron evitar que siguiera una calle del centro, la Ronda de Sant Antoni. Pero la presión del gentío hizo que se les ordenara retirarse, aumentando los ánimos de los manifestantes, que ya venían muy motivados desde los barrios. La larga columna recorrió varias calles pasando por delante de los edificios desalojados del CSO La Carbonería y la Rimaia, entrando en el barrio del Raval por el lado sur. Una vez dentro del Raval la manifestación ya se consideró a salvo. Se recorrieron varias calles más hasta las Ramblas en donde había un dispositivo de los mossos para impedir que la manifestación accediera al lugar.
Al llegar a Ramblas, a Drassanes, los altavoces de los mossos decían que la manifestación debía ir en sentido mar. Este hecho hizo que la gente se quedara delante, desafiante, negándose a obedecer. Amenazaban los mossos con emplear gases lacrimógenos. Pero tras un rato de espera la manifestación dio media vuelta y volvió al Raval por donde había venido. En este trayecto comenzaron a arder los primeros contenedores. Se los amontonaba en el centro de la calle y se hacían grandes piras.
Una parte de la manifestación fue por la calle Sant Pau, mientras que el resto siguió por encima de la Rambla del Raval. Ya comenzaron a atacarse algunas sucursales bancarias y se siguió quemando contenedores. El primer grupo logró llegar a la Plaza Sant Jaume, del Ayuntamiento. El segundo llegó a las ramblas. De esta manera se llevaba el conflicto al corazón de la ciudad. Pero ya eran más de las 21h de la noche. Los mossos y los secretas comenzaron a hacer las primeras detenciones.
Todavía las informaciones no son definitivas. Se habla de 4 detenciones en el Raval por parte de los mossos y 3 por parte de la guardia urbana. También hubo unas 50 identificaciones.
Después la gente que quedaba por el Raval decidió volver a Sants. Esa columna marchó por Gran Vía. Pero a la altura de Rocafort fue detenida por un gran dispositivo de mossos d’esquadra. Estos rodearon totalmente la manifestación y obligaron a todo el mundo a mostrar el DNI. Aquí se dieron casos de graves vulneraciones de derechos, como fotografiar a todos y cada uno de los integrantes de esta columna, y de incluso sacar las pertenencias de la gente y fotografiarlas. De hecho también obligaban a encapucharse a algunas personas para sacarles fotos para compararlas con las fotos que habían sacado de la manifestación. De las 300 personas que había, quedaron unas 60 o 70 retenidas por diversas causas. Dos furgones de los mossos fueron a comisaría con estas personas. Este encapsulamiento (kettling) duró más de tres horas, lo que hizo que más de una persona perdiera los nervios. Fuera de la escena había cacerolada del vecindario, y un grupo cada vez más numeroso de centenares de personas solidarias que fueron a apoyar. Y toda esta escena fue contemplada sin la prensa, ya que lo primero que hicieron los mossos fue expulsarlos del lugar. Ya se está pidiendo la comparecencia en el Parlament, de Espadaler, conseller de Interior
Ver más en: 20Minutos, A las Barricadas.org [1] [2] (y fotos).
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