En el año 2012 fue la app de año.

En general, han sido un par de años interesantes para Waze. En 2012 fue elegida como la App del año en la Apple Store y en junio de 2013 se concretó su venta a Google, por nada menos que mil millones de dólares. La razón del éxito de esta aplicación de origen israelí –de uso gratuito, ya que funciona como un GPS social– es que resulta muy efectiva a la hora de trazar la mejor ruta para llegar a un destino en medio del tráfico de las ciudades modernas.

Pero Waze puede hacer mucho más que eso, precisamente por su principal característica, la de alimentar los mapas propios de un GPS normal con la información que suministran los mismos usuarios sobre si aquí hay un trancón o un cierre vial, si está lloviendo más adelante o si hay una estación de gasolina cerca. Estos son algunos otros usos, y no siempre muy conocidos, del popular sistema de navegación.

Waze es muy útil, por ejemplo, si se necesita recoger a alguien. En lugar de cruzar llamadas o mensajes dando indicaciones acerca de si está en la esquina norte o al lado de un poste, o debajo de tal árbol, el conductor puede enviarle un mensaje a su contacto pidiéndole compartir su ubicación; hecho esto, Waze traza la ruta más adecuada hacia ese punto específico.

También es posible informar a alguno de nuestros contactos cuánto tiempo nos falta para llegar a un determinado destino. Nada de “llego en cinco minutos” o “te aviso cuando vaya cerca”. En lugar de eso basta, desde el menú principal, hacer clic en ‘Enviar HEA’, una sigla que significa ‘Hora Estimada de Arribo’. El contacto recibe un enlace que lo dirige a un mapa con la ubicación exacta de quien viaja y un estimado sumamente preciso de a qué hora llegará.

Waze facilita la integración con Facebook, por lo que si alguien genera una invitación a un evento –por ejemplo, una fiesta– basta con aceptarla y, en la fecha fijada, el lugar de destino aparecerá en el menú de navegación. La integración llega a tal punto que es posible ver cuáles de nuestros amigos de Facebook se dirigen al mismo lugar que nosotros… y quién va a llegar primero. El proceso es automático y ni siquiera hace falta intercambiar direcciones.