El riesgo de infarto disminuye a las 24 horas de dejar de fumar
Al dejar de fumar la función pulmonar aumenta un 30% a los 15 días. La agudeza de los sentidos, olfato y gusto, mejora a las 48 horas.
El tabaco mata a casi seis millones de personas cada año, de las cuales más de 5 millones son o han sido consumidores del producto, y más de 600.000 son no fumadores expuestos a humo de tabaco ajeno. Lo asegura la Organización Mundial de la Salud, que afirma que el tabaco mata hasta a la mitad de quienes lo consumen.
Los efectos inmediatos de abandonar el tabaco son que el riesgo de infarto cardiaco disminuye a las 24 horas de dejar de fumar. Lo asegura la Policlínica de Barcelona en España, que añade que sin fumar la agudeza de los sentidos, como el olfato y el gusto, mejora a las 48 horas; y la función pulmonar aumenta un 30% a los 15 días. Los múltiples beneficios de abandonar este consumo se notan desde los primeros 20 minutos de apagar el último cigarrillo ya que, en ese momento, la presión arterial consigue bajar a su nivel normal, la frecuencia cardiaca disminuye y la temperatura de las manos y los pies aumenta hasta valores normales. A las ocho horas, el monóxido de carbono en sangre se reduce hasta alcanzar su nivel normal, al igual que la concentración de oxígeno en la sangre.
Los médicos de la Policlínica de Barcelona, explican que no es hasta el segundo día cuando las terminaciones nerviosas se acostumbran a la ausencia de nicotina y hasta los 30 días cuando el pulmón mejora la capacidad para limpiarse y disminuyen las infecciones, ya que baja la sensación de ahogo y fatiga. Finalmente, la recuperación total se produce a los 10 años de abandonar el tabaco, siendo el riesgo de muerte por cáncer de pulmón similar a los que nunca han fumado. En otras palabras, no hay un nivel de consumo seguro.