Las vacunas de ARN mensajero se comenzaron a utilizar durante la pasada pandemia del Covid-19, con este tipo de tecnología, un fragmento de esta molécula es introducido en las personas para que sus células creen una proteína igual a la de la enfermedad que se quiere curar,de esta forma, el organismo la localiza y puede producir una respuesta. La terapia de la vacuna contra el cáncer de pulmón en concreto se basa en su combinación con otro medicamento inmunoterapéutico, el cemiplimab. El objetivo del ensayo es comprobar la eficiencia de estos dos tratamientos juntos. El médico del hospital La Fe de Valencia destaca que gracias a esa combinación los resultados podrían mejorar mucho, parece lógico que combinando un tratamiento que ya sabemos que es efectivo con otro tipo de inmunidad consigamos un mayor efecto.

Los pacientes van a recibir una dosis a la semana durante las primeras nueve y después una cada tres semanas hasta llegar a un año, durante todo el desarrollo del estudio se van haciendo analíticas y pruebas radiológicas, se va a poder ir apreciando si la vacuna está produciendo un beneficio al paciente, afirma el jefe de Oncología del Hospital Provincial de Castellón. La BNT116, al igual que todas las vacunas, produce efectos secundarios, debido a que se introduce un cuerpo extraño en el organismo, no obstante a ello los síntomas son los típicos, fiebres, escalofríos, mal estado general, cansancio y algunas náuseas. De momento todos los efectos son muy llevaderos y controlables. Es una gran diferencia con la quimioterapia», explica el doctor Sánchez, la inmunoterapia es mucho más tolerable para los enfermos que otros tratamientos, sus efectos duran más tiempo, evitando así que vuelva a aparecer el tumor, además, la toxicidad es menor.

Los pacientes que han participado en este estudio centrado en tratar el cáncer de pulmón de células no pequeñas, deben cumplir una serie de requisitos, se selecciona a enfermos que no hayan recibido tratamiento previamente y que tengan un biomarcador, llamado PD-L1, que se sobreexprese en más del 50% de las células, solo han participado pacientes en un estadio avanzado, aunque ya se está empezando a extender a aquellos con un mejor diagnóstico. Todos los ensayos, sobre todo en oncología, empiezan desde las fases más avanzadas para ir demostrando sus beneficios y una vez demostrados, se intenta llegar hasta los estadios iniciales, afirma el oncólogo de Castellón. Ahora el siguiente paso es que el tratamiento lo reciban enfermos con tumores operables, pacientes que sí se han podido operar, pero que queda enfermedad residual, que no se ve, esta vacuna puede asegurar que el tumor no vuelva a salir, cuenta el jefe del Servicio de Oncología.  En un futuro se plantea que esta terapia se utilice para tratar otro tipo de cánceres, especialmente aquellos relacionados con el tabaco como son el de cabeza y cuello, el de vejiga o el de esófago. Se ha empezado con el cáncer de pulmón porque es muy inmunógeno y se empezaría a ampliar a otros tumores que también lo son, explican los médicos al sentirse optimistas con todas las pruebas ya hechas.