Óscar Agudelo cumple 60 años de vida Artística.
Óscar Agudelo una de las voces más emblemáticas de la música popular colombiana cumple 60 años de vida artística.
Ochenta y dos años de vida y 60 años en la música cumple la voz del recuerdo, de nuestros abuelos y de nuestros padres, con sus canciones despechadas, con sus historias de amor y desamor, con una vida llena de anécdotas.
Oscar Agudelo nació en Herveo, una pequeña población del Departamento del Tolima en Colombia y su fama creció y creció con el tema – La Cama Vacia – del compositor Argentino Carlos Spaventa, quien la compuso en hospital y murió a los pocos días de salir de allí.
“La historia de ‘La cama vacía’ me ha tocado vivirla muchas veces. Una vez, en Paraguay, en un diciembre, organicé un trío con Lucho Vásquez, llegamos a Asunción y me dieron unas fiebres aterradoras y me llevaron a un hospital. ¡Me tocó darle picos a una enfermera tan fea!, todo para que me diera de comer porque qué pobreza la que vivían allá. Duré varios días y las enfermeras les contaron a los músicos de allá que había un colombiano muy malo en el hospital y los paraguayos me visitaron. Después me tocó atenderlos cuando vinieron aquí a cantar. Comenta el Artista.
Jamás en mi vida me imaginé que la música que comencé grabando de vago me fuera a llevar adonde me ha llevado. En el 2004 me llamó un señor desde España: ‘A mí me dijeron que usted se había muerto y aquí al lado tengo un artista colombiano que me dice que estuvo en su casa hace 20 días. Si puede venir, yo le tengo tantos euros para que venga a cantar’. Y nos llevó a Madrid. Ese mismo día, él llamó a una señora a París, dueña del salón Hollywood, a cuatro cuadras de la torre Eiffel. Le dijo: ‘Doña Adela, le tengo la bomba. Tengo a Óscar Agudelo aquí’. Y ella respondió: ‘¡Nooo, si ese marica murió hace 20 años! Le metieron un gol, ese no es Óscar Agudelo’.
El día que debuté canté a las 11 de la noche y, cuando terminé, me dijo el español: ‘Alístese para el de las 4 de la mañana; hay que hacer otro show. A las 11 vinieron familias, que tienen su música y quieren conocerlo. Pero al de las 4 a. m. vienen todas las desaplicadas de Madrid’. Y dicho y hecho. Eran puras sordas de las casas de citas de Madrid. Pero vea: no dejan cantar, yo pongo el micrófono, ellas cantan y yo cobro. Y lo dejan a uno como un payaso, todo pintado de besos. El colmo del artista: ¡le dan 4.000 picos y tiene que irse a dormir solo!