Santos no acepta las condiciones de alto al fuego de la Farc
Juan Manuel Santos el Presidente Colombiano lo define como una rosa «llena de espinas».
Colombia debatía ayer el significado del anuncio de las FARC de declarar un cese el fuego bilateral con unas condiciones leoninas. Si el ejército les ataca, podrán romperlo, lo que el propio presidente de Colombia , Juan Manuel Santos, lo definiera como una rosa «llena de espinas». La guerrilla le notificó que si quiere un país sin atentados, debe frenar a sus Fuerzas Armadas, algo que la opinión pública no aceptaría.
Por ningún motivo vamos a renunciar ni a hacer excepciones en el cumplimiento de la obligación constitucional de defender a la población y combatir a las bandas criminales, dijo el presidente Colombiano Juan Manuel Santos ayer en un acto público. Y aseguró que examinaría el cumplimiento de la tregua de la guerrilla porque el país no puede ni quiere repetir experiencias vividas en el pasado, en las que anuncios de cese el fuego sólo fueron cumplidos parcialmente.
Pese a los dilemas que plantea la propuesta de las FARC, Santos y su Gobierno la valoraron de manera positiva por considerar que supone un avance para lograr que la confrontación armada baje su intensidad y firmen la paz en 2015. La oposición, sin embargo, mostró su rechazo y se preguntaba si se trata de una estrategia para rearmarse y fortalecerse en el campo militar. Tampoco dejaban de lado el hecho de que la guerrilla practica un tipo de guerra irregular de difícil verificación, como las deportaciones selectivas, el reclutamiento de niños y la exigencia del impuesto revolucionario, una práctica que han recrudecido en las últimas semanas en algunas regiones del país. También preocupa que las FARC hayan secuestrado en los últimos dos años a medio centenar de ciudadanos, aunque se comprometieron a no hacerlo, y que Santos asegure que han cumplido su palabra en contra de datos de determinadas ONG como la Fundación País Libre.
El ex presidente y hoy senador Álvaro Uribe Vélez fue una de las personalidades que repudió de manera más enfática la propuesta de las FARC. No cree en su palabra ni que vayan a respetar el alto unilateral al fuego. La guerrilla quiere que las fuerzas militares de este país estén quietas para fortalecerse o responsabilizarlas de la continuidad de la violencia, dijo el mandatario. Para Uribe, militares y policías no pueden bajar la guardia porque sería inaceptable equiparar al Estado con el terrorismo. En el mismo sentido se pronunció Alejandro Ordóñez, el poderoso Procurador General de Colombia y una de las voces que critica con más dureza los diálogos de La Habana. Calificó el alto el fuego como una burla al país, una hábil forma de engañar. Y agregó: El Gobierno nacional no debe caer en un cese bilateral disfrazado de cese unilateral.
No obstante, en departamentos como el Huila, sur de Colombia, donde padecen a diario la violencia guerrillera, la opinión pública es escéptica. Siete horas después del anuncio del alto el fuego unilateral, guerrilleros de las FARC lanzaron un explosivo a la policía en Neiva, su capital, y un patrullero quedó gravemente herido. Y decenas de empresarios, comerciantes y transportadores siguen angustiados por los más de 10 atentados contra sus negocios en 2014 por no pagar el impuesto revolucionario.