viernes, abril 19, 2024
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Una boa prehistórica revela los efectos del cambio climático en el norte de Colombia

boa-prehistoricaEl desierto de la península colombiana de La Guajira, donde actualmente se encuentra la mina de carbón de El Cerrejón, fue hace 60 millones de años un bosque húmedo tropical en el que habitaron gigantes como la «titanoboa», protagonista de una exposición presentada hoy en Bogotá.La muestra «titanoboa, del bosque al desierto en 60 millones de años», organizada por el Instituto Alexander Von Humboldt, el Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis, la Corporación Geológica Ares y el Instituto Smithsonian, muestra una réplica exacta de la serpiente que medía entre 14 y 17 metros de largo y podía llegar a pesar una tonelada.

La réplica de la boa gigante, elaborada a partir de vértebras fósiles de la «titanoboa cerrejonensis», encontrados en La Guajira, en el extremo norte de Colombia, y que es considerado uno de los 10 descubrimientos paleontológicos más importantes de la historia, se exhibe desde hoy en el Jardín Botánico con motivo del 60 aniversario de esta institución.

Cerrejón_1El fósil fue encontrado en las minas de El Cerrejón por un equipo del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales de Panamá, entre los que se encuentra el geólogo colombiano Carlos Jaramillo.

«Lo primero que se hizo para la construcción fue identificar si morfológicamente se podía identificar la posición de una vértebra en el largo de la culebra y basado en eso determinar el tamaño completo», aseguró Jaramillo en una rueda de prensa.

El científico explicó que el hallazgo de este fósil se ha posicionado entre los diez casos más importantes de la paleontología por el aporte que brinda para entender los cambios climáticos del planeta como los que hicieron que la península de La Guajira perdiera su cobertura vegetal y su suelo se convirtiera en arena.

Según el geólogo, «al encontrar un fósil se pueden determinar las condiciones climáticas del tiempo en que vivió el animal y también se puede saber lo que causó ciertos cambios».

Jaramillo indicó que, para haber sido un bosque tropical y hábitat de la «titanoboa», La Guajira tuvo que tener hace 60 millones de años una temperatura máxima de 28 grados centígrados, es decir unos 10 grados menos que la actual.

La exposición, que estará abierta al público durante todo el mes de febrero, busca mostrar la relación de la biodiversidad, el conocimiento de las especies y los ecosistemas con el cambio climático.

Fuente: El Diario.es (CC)

Diana Cañon

Estudiante de Psicología Universidad El Bosque.

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