viernes, julio 26, 2024
Tecnología y Ciencia

La nave europea IXV culmina con éxito su primera prueba de reentrada en la Tierra

IXV Artist's viewLa Agencia Espacial Europea (ESA) ha culminado con éxito el primer vuelo de prueba de su Vehículo Experimental Intermedio (IXV) sin tripular, con el que está previsto poner a prueba la tecnología europea de reentrada en la atmósfera. El IXV despegó desde el centro espacial de Kourou (Guayana francesa) a las 14.40 hora peninsular española a bordo del cohete Vega. Tras un vuelo en el que se ha situado a 420 kilómetros de la superficie terrestre, ha amerizado en el océano Pacífico tras 100 minutos de operación.

Este primer vuelo es la guinda a los diez años de trabajo en los que la ESA busca ser independiente a la hora de conseguir que los vehículos lanzados a una órbita baja puedan regresar. El buen resultado de esta prueba abre el camino a que en los próximos años Europa seacapaz de recoger muestras de otros planetas y cometas y traerlas a la Tierra; devolver a la tripulación desde la Estación Espacial Internacional (EEI); reparar satélites averiados o retirar los que estén en desuso e incluso realizar vuelos de turismo espacial.

Así se ha explicado en el Centro Europeo de Astronomía Espacial de la ESA en Madrid, desde el que se ha seguido el lanzamiento de IXV.

Fases del lanzamiento y regreso

avion_espacial_esa_n-672xXx80Tras el lanzamiento, el cuarto para el cohete Vega, pasan unos 18 minutos hasta que IXV se separa después de realizar una serie de fases intermedias, como la apertura de su recubrimiento. Después el vehículo continúa ascendiendo hasta alcanzar unos 420 kilómetros de altitud, más o menos la distancia a la que se encuentra la Estación Espacial Internacional.

Eso ocurre así porque el IXV simula haber estado en la EEI y regresar a la Tierra, ha explicado el responsable del Departamento de Análisis Aerotermodinámico y Propulsión de la ESA, José Longo, quien ha indicado que al descender y encontrarse a 120 km de la Tierra lleva una velocidad de 7,5 km/s y durante los siguientes 20 minutos aminora hasta 0,5 km/s.

Aunque durante casi toda la operación el vehículo está en contacto con las estaciones de control ubicadas en Turín, Gabón y Kenia, durante un mínimo de diez minutos el vehículo pierde la señal.

Se debe, según ha señalado Longo, a que la velocidad se va transformando en calor en el exterior del vehículo, y alcanza los 2.000 grados a los doce minutos de la reentrada. Es decir, es el momento en el que el IXV llega a la mayor temperatura y muchos electrones «se comen las señales de radio».

Momento crítico de la misión

IXV_recovery_node_full_image_2Diez minutos antes del amerizaje en el océano Pacífico, donde esperaba el buque Nos Aires preparado para localizar el IXV en un radio de 25 kilómetros, el vehículo empieza a desplegar sus cuatros paracaídas.

El primero -desplegado a las 16.09 horas- le ayuda a pasar de una velocidad supersónica a subsónica, mientras que el segundo estabiliza el vehículo.

Como ha manifestado el director de Espacio de SENER, Diego Rodríguez, la principal empresa española implicada en la misión, durante la reentrada van a recibir datos que permitirán comprobar si el vehículo se desplaza por el corredor predeterminado y en las condiciones previstas.

«No vale con sobrevivir, el vehículo va a hacer maniobras durante la entrada y con la telemetría podremos ver si se ha movido por donde nosotros queríamos», ha subrayado Rodríguez.

La participación española en la misión IXV

Varios representantes de la industria espacial española han asistido al lanzamiento del Vehículo Experimental Intermedio, que mide cinco metros de largo, 2,2 de ancho y 1,5 de alto, pesa dos toneladas y es reutilizable, puesto que su superficie externa es de compuestos cerámicos.

El proyecto IXV, de un coste de 150 millones de euros, se ha llevado a cabo entre Italia, Francia, España, Suiza, Bélgica, Irlanda y Portugal en colaboración con más de 40 empresas.

Mientras que Italia ha aportado cerca del 50% de la financiación, España ha participado en un 33% en el diseño y desarrollo de la tecnología del vehículo: SENER, Elecnor Deimos, GMV, Rymsa y GTD.

La principal tarea que han llevado a cabo es crear el sistema de guiado, navegación y control (GNC) del IXV, que es el que permite determinar «dónde ir, dónde está y tener el control que pilota el vehículo», según ha indicado el director de sistemas de Vuelo de Elecnor, Mariano Sánchez, cuya empresa ha trabajado con SENER y GMV en esta parte del proyecto.

Rymsa, por su parte, se ha encargado de desarrollar las seis antenas de comunicaciones del vehículo, tanto las que reciben la señal GPS como aquellas que se comunican para facilitar su control. También han sido responsables de las antenas de que guían el lanzador Vega en IXV.

Karlos García

Karlos García es ingeniero en Grupo VegaMedia, y en sus ratos libres escribe disertaciones sobre tecnología e internet. Por eso siempre está en la nube.

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